
Es importante que antes de tomar cualquiera de estos tratamientos, acudas a un profesional de confianza para que te guíe en la mejor opción para cada caso. Recuerda que lo más importante es mantener una buena rutina de cuidado de la piel que incluya una buena limpieza, hidratación y protección solar.
La mejor forma de tratar la flacidez de la cara es con una combinación de tratamientos no quirúrgicos como el láser de CO2, el ultrasonido focalizado, el láser de radiofrecuencia y los rellenos faciales. Estos tratamientos pueden ayudar a mejorar el tono de la piel, reducir las arrugas y mejorar la estructura de los tejidos para lograr una apariencia más juvenil.